BAÑOS DE LA ENCINA

BAÑOS DE LA ENCINA

Baños de la Encina es un pequeño pueblo de la provincia de Jaén, lleno de historia del que se han encontrado vestigios en la edad de hierro y posteriormente en tiempos de los romanos, pero cuando adquiere notoriedad es con el califa al-Hakam que manda construir un insuperable castillo, como guarnición de las tropas y cuya construcción termina en el año 968.

 La primera conquista de la ciudad la hace Alfonso VII tras la desmembración del califato de Córdoba en los reinos de "Taifas" pero inmediatamente vuelve a manos musulmanas hasta que en 1225, Fernando III de Castilla la conquista definitivamente y la regala al arzobispo de Toledo: Rodrigo Jiménez de Rada siendo la orden de Santiago la encargada de defenderla y colonizarla., dependiendo de Baeza administrativamente. Será en 1625 cuando sea una villa independiente .  

Pues en una soleada mañana de Noviembre, Kati, la animadora cultural del balneario nos acercó con su monovolumen a la desconocida pero bellísima ciudad de Baños de la Encina (Jaén) y vimos el casi único molino de aspas que se conserva en Andalucia, recientemente restaurado y en perfecto estado de conservación.                                         

De allí nos dirigimos a la ermita del Cristo del Llano, llamada también Cristo de la Luz.

Esta ermita esta situada en un llano sobre una montana, como en una meseta,  en las afueras del pueblo. Era un lugar de paso y descanso de los ganaderos de la transhumancia. Esos que desde León y norte de Castilla, en invierno, traían a sus rebaños a las tierras del sur por la bondad del clima. Allí se construyó esta ermita para cobijar espiritualmente a estas gentes.
Nos contó la guía que también se le llama el Cristo de la luz porque allá por el Siglo XVI los habitantes de Baños, veían por las noches unas luces en ese llano, entonces despoblado, y tras mucho dilucidar que serían, algunos se atrevieron a ir y vieron un Cristo resplandeciente, queriendo interpretar que Él, deseaba que allí se construyera una ermita como efectivamente se hizo, con el máximo lujo y ya en pleno barroco.






      El camerino del Cristo es espectacular. El barroco llevado a su máxima expresión. Esta todo hecho en estuco, a veces blanco, a veces dorado, con millares de figuras de santos, etc en madera y con unos espejos, dicen que, para que entrando la luz, se refleje en ellos y devuelva la imagen del Cristo en todas direcciones.

                                   

Representa el cielo, todo lleno de ángeles de varios tamaños que tocan instrumentos musicales. Muchos santos, la Virgen María y 4 ventanales circulares como el que puede verse en la foto inferior por el que, estrategicamente colocados entraría la luz solar e iluminaria todo el camerín (Cuando se construyó no había luz eléctrica)

                                                 

 El guía del santuario nos dijo que hay un momento al día, casi en la puesta del sol, en el que los rayos que entran por esos ventanales, reflejándose en los espejos hacen que todo quede como si hubieran encendido las luces. Imaginaos el efecto que haría sobre aquellas analfabetas gentes en aquellos siglos. Justo, el Cristo había hecho el milagro. Pero el guía, que está allí a casi todas horas lo ha visto en contadísimas ocasiones. Casi nunca.

                                                  

 Altar mayor a la izquierda, visto desde abajo y a la derecha la parte posterior del templo.

Llegamos a la Plaza Mayor y nos explicó que este pueblo era habitado como lugar de recreo, en verano, por familias adineradas de Úbeda, Baeza etc pero sus casas, lujosas como se esperaba de señores nobles, no lo eran tanto como en sus primeras viviendas donde era necesario decir, quien mandaba allí.

Ayuntamiento. Casa Consistorial

Palacio de los "Molina de la Cerda" exponentes del poderío de los siglos XVII, XVIII


Calle de Santa María con el arco de Benalúa al fondo.
Ese arco perteneció al palacio de los Condes de Benalúa. Ya en ruinas, en el siglo XX se recuperó ese arco colocándolo en su ubicación actual y da entrada a la plaza de acceso al castillo.

CASTILLO DE BURGALIMAR

El castillo por fuera es espectacular, domina desde lo alto, el pueblo, en la cara que vemos en la foto con frondosos campos de olivos.

     vista desde el castillo

               

Desde la parte opuesta del castillo puede verse el cauce del rio Rumblar que alimenta el embalse del mismo nombre.

El interior del castillo está totalmente lleno de restos de todos los pueblos que han pasado por él. Ruinas romanas, visigodas. judías y por supuesto cristianas. Hasta no hace mucho tiempo,estas ruinas estaban ocultas por toneladas de escombros y tierra sobre ellas. Ha sido no hace mucho tiempo cuando se han hecho excavaciones arqueológicas que han sacado a la luz esos restos con cerámicas, monedas y otros utensilios que dan fe de las distintas épocas.

  Pero para que te lleves un buen recuerdo del interior, inteligentemente han colocado los elementos necesarios para la foto:

¡ Pero....Qué guapos estamos! (nuestras abuelas han fallecido)

 LA ENCANTÁ DEL PILAREJO. LEYENDA

 Contaban que al anochecer no se debía ir a esta fuente del Pilarejo ya que estaba encantada. En ella se veía reflejada en el agua la imagen de una mujer vestida de blanco, de hermosura celestial. Al mover el agua, ondulaban sus largos cabellos y se desvanecía apareciendo una espantosa señora. Decían que aquella mujer no era humana ni espíritu como otros comentaban.

Cuentan que un trocito de luna habiéndose enamorado de un joven campesino, se desprendió de si misma para estar junto a su amado, un joven poeta que miraba y escribía a su amada Luna. Él buscaba el frescor del pilar para escribir en las calurosas noches de agosto; muchos decían que estaba un poco loco, él con aire burlón, replicaba que, quizás, él era un poco lunático. De tanto contemplar y hablarle, se enamoró LOCAMENTE del poeta  y ésta deseó con tal fuerza ser mujer que un trocito de ella cayó dentro del pilar. Allí el joven consiguió establecer una relación tan estrecha con la joven, que cada vez permaneció más tiempo en aquél misterioso lugar. Hasta sus últimos días visitó asíduamente la fuente, siendo infiel a su esposa toda la vida. Ella siempre sospechó de los encuentros amorosos de su marido. Al morir el poeta y no acudir a la diaria cita, Luna quedó tan triste que su rostro se fue endureciendo, transformándose en una visión tan horrenda que asustaba a cuantos la veían reflejada en el agua. (blog de Ana Ortiz Rodríguez llamado "Mis propias cosas")
UN AGRADABLE DÍA EN UNA AGRADABLE LOCALIDAD JIENENSE. ¡¡¡¡CUANTO ME GUSTA INTRODUCIRME EN LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS Y TRANSMITIRLA A LOS LECTORES!!!!