DEDICA UN MOMENTO A VISITAR ANENTO

Anento es un pequeño pueblo de la provincia de Zaragoza, de esa Zaragoza profunda, muy cercano a Daroca que como el ave Fenix ha sabido resurgir de sus cenizas. Esta situado en un valle del rio Aguallueve pero lo mejor es que el camino desde Daroca es una zona arcillosa y seca y en un momento desciendes hasta el valle y te encuentras en un oasis de verdor y tranquilidad. Tres puntos que no te puedes perder si por allí pisas:
1.- AGUALLUEVE

Tiene 105 habitantes pero en verano hay mucho turismo, sobre todo desde que se le concedió la calificación de los "Pueblos Bonitos de España " de menos de 15.000 habitantes. Ya hemos escrito en este blog sobre otros de esta misma calificación como Cantavieja o Mirambel (ambos en Teruel).

Si llegas al pueblo y te tomas un café en el restaurante que está a pie de carretera y te diriges a la oficina de turismo , te mandan como lugar privilegiado a un lago pequeño con una cascada que es un remanso de paz y frescor, tras 25 minutos de caminata por un sendero bien cuidado y en el que te paras a tomar fotos como las siguientes.

Y llegas al lugar esperado. un lago que hace el río rodeado de vegetación y que se llena con una cascada que en invierno o primavera debe de ser más espectacular pero que yo aproveché para refrescarme y pedir a otros turistas que me hicieran la foto.

 

 Y como ya estás algo cansado/a llegas de vuelta al pueblo y te tomas la cerveza. Breve descanso y el segundo lugar que debes visitar:

2.- LA IGLESIA DE SAN BLAS

 

La iglesia es tipo fortaleza y la torre campanario sería como la torre vigía que en la Edad Media, cuando se construyó,  servia para ver si los enemigos (castellano-manchegos) de pueblos vecinos venian a conquistar esta pequeña aldea.

 Pero el tesoro no sólo está en el exterior sino en el interior. SU MARAVILLOSO RETABLO

Este retablo fue pintado por el maestro aragonés Blasco de Grañén en el segundo tercio del S.XV dentro del estilo Gótico tardío. Está considerado actualmente como una obra única por varios motivos:

1.- Su calidad pictórica, minuciosidad y riqueza iconográfica.

2.- Se conserva "entero" para el mismo lugar para el que fué creado

3.- Está dedicado a Santo Tomás Becket, mártir de la iglesia católica y anglicana. (A este santo solo se le venera en 8 lugares de España al ser un santo anglosajón)

 Curiosidades del retablo.

1.- Está dedicada a tres advocaciones: San Blas (en el centro) Santo Tomás Becket (a la derecha tal y como miramos el retablo) y la Virgen Ntra. Señora de la Misericordia (parte izquierda)

Nuestra Señora de la Misericordia

2.- La parte inferior, donde se encuentra la joya del Sagrario (original), consta de 10 tablas dedicadas a la pasión de Cristo

3.-Alrededor de cada advocación tiene escenas de la vida de cada santo, incluída la Virgen con la Anunciación, nacimiento de Cristo etc.

4.- San Blas debe su fama, entre otros milagros, a que salvó a una niña de morir atragantada con una espina de pescado. De ahí  la bendición de los roscones el 3 de febrero (S. Blas) para mantener en buen estado nuestras gargantas.

San Blas

5.- Tomas Becket fue amigo inseparable del rey inglés Enrique II Cuando Tomás eligió la carrera eclesiástica, fue el rey el que lo llevó a ser arzopispo de Canterbury pensando en encontrar en él un aliado en su deseo de quitar a la iglesia su riqueza y patrimonio. Pero Tomás no aceptó las imposiciones del rey y viéndose en apuros huyó a Francia. El rey lo reclamó  apelando a su amistad y prometiéndole que no le haría nada pero el rey cuando Tomás ya estaba en Inglarerra lo mandó matar. Directamente lo hizo mártir.

Tomás Becket y Enrique II amigos

6.- Y te preguntarás como yo lo hice ¿Y qué pinta aquí un santo inglés?

   Pues he aquí la historia.

Enrique II se arrepintió de la matanza de su amigo e hizo mucha penitencia vistiéndose de saco, peregrinando etc. para conseguir el perdón del papa. Tenía una hija, Leonor Plantagenett ,casada con Alfonso VIII de Castilla que al conocer personalmente a Tomás introdujo en España el culto a este santo y también como resarcimiento por lo que su padre había hecho. En ese momento estaba de moda este santo y se hacía el retablo de Anento......¡No me cuentes más!

Leonor de Plantagenett. (una reina de armas tomar e independiente)

3.- EL CASTILLO

Sólo queda lo que ves en la foto por delante y por detrás pero te da idea de la importancia de estos pueblos en la antigüedad y que en el presente están tratando de recuperarla.

Vista anterior

vista posterior. Se puede circular por la muralla.

Si estás cansado o estresado o tienes niños pequeños o te gusta la naturaleza piérdete en este pueblo. ¡AH ! Y no te preocupes pues tiene restaurante y como mínimo una casa de turismo rural donde alojarte.

¡Ay Aragón que poco se te conoce!

UN RINCÓN DE CÁDIZ

ORATORIO DE LA SANTA CUEVA

Una calle cualquiera de Cádiz. Una puerta de estilo neoclásico da lugar a un recinto interesantisimo " Oratorio de la Santa Cueva".
Pero ¿Cómo me he enterado de que existe ese lugar?
  Hace 2  años se celebró el bicenternario de la Promulgación de la Constitución de Cádiz (1814). Se terminó de restaurar el oratorio de S. Felipe Neri, lugar donde se refugiaron los diputados para promulgar dicha constitución pues el resto de España estaba ocupado por los franceses (guerra de la Independencia).
  Esperando un concierto coral que se celebraba en ese fastuoso marco me senté al lado de una señora, parecía bien informada, y en el tiempo de espera del comienzo del mismo me comentó:
  - Ha visto Ud. el oratorio de la Santa Cueva?
  - No, le contesté. ¿ Es interesante?
  - Una joya del barroco.
Bueno pues me apunté el nombre en un papelito y lo metí entre mis documentos. El otro día revisando mi carpetita lo vi y le dije a mi marido:
  -  Antonio, hay una joya en Cádiz que nos hemos perdido.
  - Seguro que es alguna iglesia, me dijo, pero si estás interesada, te llevo.
Y así es como he descubierto que era una verdadera joya.

Pero ¿Cómo nace?

Pues por el S:XVII en la iglesia parroquia anexa llamada del Rosario, se reúnian unos señores pertenecientes a la burguesía gaditana a rezar y se llamaban "La congregación del Retiro Espiritual". Pero un día observaron que había un pasadizo que comunicaba la iglesia con un subterráneo y decidieron adecentarlo para reunirse alli. A partir de entonces se llamó "La Santa Cueva" 

Aspecto actual de la parte baja en la que se reúnian para rezar. Representa a Cristo en la Cruz rodeado de las mujeres.
Al fondo, detrás, se colocaba la persona que dirigía la oración leyendo pasajes biblícos
Pero sigamos con la historia.
 Un acaudalado indiano de México, nacido en Veracruz, al regreso a la patria de sus antepasados, (Cádiz) se integra en ese grupo y empieza a levantar una segunda planta sobre la cueva.
   Este era el marqués de Valde-Ïñigo que muere dejando el encargo a su hijo que también fallece sin dejar descendencia y cuya herencia pasa a su hermano José Saenz de Santamaría que adquiere también el marquesado.
  Este era sacerdote, perteneciente a los jesuítas y dedica su vida y su herencia a completar , ornamentar y embellecer este lugar,

Puede verse el lujo y grandiosidad del lugar. Las columnas son de plata rodeadas de jaspe. El sagrario es enteramente de plata. Circular y en la parte superior pinturas de Goya (3 de las 6)

La última cena

La multiplicación de los panes y los peces

El convite real

Mientras que la parte inferior se iluminaba con antorchas, ésta parte tiene unos rosetones en la parte superior que dan luz natural pero cuando hace falta más luz, temenos esa maravillosa lámpara fabricada en la Granja.

Todo lujo. También quiso ese benefactor que la música estuviera acorde y le encargó nada más ni nada menos que a Joseph- Hadyn una pieza musical que se estrenó en Cádiz y que lleva por nombre "Las 7 últimaas palabras de Nuestro Salvador en la Cruz"

Esta obra se representa en Cádiz en las mañanas de Viernes Santo siendo un acto muy solemne de la Semana Santa gaditana.

Partitura de Hadyn (Reproducción)

Este benefactor, el marqués de Valde-Ïñigo fue enterrado en el cementerio pero al final en el S:XIX fue trasladado al oratorio y allí reposan sus huesos.

¡Ah! ¡Qué olvidadizos somos los humanos con nuestros bienhechores!