JARABA, TIERRA DE BALNEARIOS

 JARABA

A orillas del transparente río Mesa, en la provincia de Zaragoza se encuentra una pequeña localidad famosa por sus aguas termales y medicinales.
Siendo tan pequeña, tiene como principal fuente de ingresos tres, si, tres balnearios: Sicilia, Serón y La Virgen . A la derecha, en la fotografía, Serón situado junto a la iglesia parroquial.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 



Parece ser que el nombre le viene de Zarza, pues los antiguos observaban que en invierno salía vapor de entre las zarzas. Más adelante aprendieron a aprovechar las virtudes de esa agua caliente.
  Fué conocida en tiempos de los romanos como lugar de paso entre Calatayud y Toledo. Rescatada en 1120 por Alfonso I el Batallador que le concedió privilegios y adquirió cada vez más prestigio, en la Edad Media, con la tutela de los Caballeros Templarios.

Iglesia parroquial de la Transfiguración del Señor (que no pude ver por dentro por estar cerrada, el día que visité el pueblo



Una vuelta al pueblo nos permitió conocer algunas calles y casas.

Calles bien cuidadas, fachadas relucidas... Pero lo que más nos gustó fue la coincidencia con las fiestas patronales dedicadas a la Virgen de Jaraba:
 Allá hacia las 11 de la mañana se desplaza el Ayuntamiento, concejales y público devoto hacia la ermita de la Virgen de Jaraba situada en un santuario con mucha historia y enclavado en la roca.

 

 El ayuntamiento, la misa baturra, la Virgen chiquitita pero milagrosa, segun los jarabeños, todo ello nos gustó, nos retrotrajo a tiempos pasados. la gente muy devota.
LEYENDAS Y CURIOSIDADES

1.- El puente del diablo.

Fotografía tomada de Ediciones García Garrabella. (fotografía antigua)

Entre los balnearios de Sicilia y La Virgen hay un desfiladero por el que corre el río Mesa. Había un puente romano, que cruzaba el camino de un lado al otro salvando al río. Cuentan que en una ocasión (1552) hubo una tormenta tan grande que arrastró ramas, hojas, piedras casi hasta sepultar el puente. Pero éste milagrosamente no sufrió daño alguno. ¿La Virgen? ¿El diablo? Bueno, pues la destrucción del puente no vino de la naturaleza sino de la piqueta del hombre que lo derrumbó en el siglo pasado para construir la carretera que une Jaraba con Calmarza.

2.-El salto del caballo


Cuenta otra bonita leyenda que yendo un hombre montado en su caballo por estos lugares y en la parte más alta, no se dio cuenta de que el caballo resbaló hacia el desfiladero cayendo ambos hacia el fondo. Pero, según ellos, debido a la intervención de la Virgen, caballo y caballero descendieron al fondo del barranco sin sufrir ninguno daño alguno y siguieron galopando.
  A este lugar se le puso el nombre del "Salto del Caballo"

3.- Los caballeros de Jaraba

  Ramón Berenguer IV , conde de Barcelona casado con Doña Petronila, hija del rey aragonés, Ramiro el Monje y no teniendo descendencia, se encomendaron a la Virgen de Jaraba y pronto tuvieron varios hijos. En reconocimiento, a uno de ellos le apellidaron Jaraba, principio de ese linaje.

4.- Leyenda de la gota.


Si visitamos la casa contigua al santuario, casa de los santeros cuidadores, pero que en tiempos pasados estuvo ocupada por monjes, encontramos la "Gruta de la Gota"
Pues cuenta la leyenda que en esa gruta manaba aceite, usado para mantener la lámpara que día y noche alumbraba a la Virgen. Como el aceite era de excelente calidad , los santeros decidieron dar el cambiazo y utilizar ellos ese aceite en su cocina y ponerle a la Virgen el de inferior calidad que ellos compraban.
 Pues se ve que a partir de ese momento dejó de manar aceite y empezó a destilar agua, que algunas personas piadosas, aún hoy día, consideran prodigiosa. ¿Se enfadaría la Virgen? ¡Sinvergüenzas de santeros! jaja

BALNEARIO DE LA VIRGEN

Instantáneas del balneario, encantador, con sabor antiguo, enclavado en el valle del río Mesa (el río, de aguas transparentes pasa por delante del balneario) de exhuberante vegetación

La capilla con su capellán, con el que mantuvimos maravillosas charlas sobre su pueblo cercano llamado Campillo de Aragón y en el que hay una reproducción de la Sábana Santa de la que hablamos largo y tendido.

Pero lo excepcional de este balneario es el lago termal al pie del manantial de San José cuyas templadas aguas te permiten un relajado baño y en cuyo interior hay unos pequeños peces que te lamen los pies y se comen las células muertas de ellos. Es decir: Te hacen la pedicura. 
  Yo, este detalle no lo sabía cuando la primera vez que me bañé noté esa extraña sensación, pero un cliente del hotel, mayor, me dijo: "Ya que estás aquí aprovecha todas las ventajas que este balneario te ofrece" Y permití que esos pececillos besaran mis cansados pies. 
¡Ah! y la sala que cubierta de sal, ioniza y esparce sal para mejorar tus vías respiratorias mientras meditas escuchando la relajante música, sentada en un cómodo sillón.
PERO QUE MARAVILLAS TE OFRECEN LOS BALNEARIOS