Estos días hemos estado en un lugar privilegiado llamado "Balneario de El Raposo".
Perteneciente a la localidad : "La Puebla de Sancho Pérez", las tierras colindantes al balneario son grandes extensiones dedicadas a los cultivos del olivo y la vid, por tanto tierras fértiles pero no demasiado verdes, destacando el color rojizo del suelo próximo a la comarca "Tierra de Barros" en la provincia de Badajoz.
Para nada puedes imaginarte que en ese entorno te vayas a encontrar con un vergel lleno de vegetación, palmeras, árboles, flores, macizos, arbustos etc, que le dan al balneario un aire tropical y fresco.
BREVE HISTORIA
En el año 1860 tuvo lugar un hecho curioso: Una cochinita, de una piara de las que por ahí pastaban, no podía seguir al resto pues tenía inflamadas las articulaciones y una mañana el cuidador notó que dicha cochinita no estaba con el resto. La buscó y la encontró bañada en fango pues por ahí corre un arroyo. Al llamarla se levantó rápidamente no demostrando dolor alguno y desde entonces le desaparecieron los síntomas de la enfermedad.
Rápidamente se corrió la noticia por los alrededores y cuando un animal enfermaba lo bañaban en estos barros de la finca llamada "El Raposo" aliviándoseles los dolores e incluso sanando totalmente.
Al poco tiempo acudieron allí también los aldeanos de los pueblos próximos y empezó a funcionar como balneario de barros hasta que en el año 1886 se construyó el hotel dando así alojamiento y tratamiento a quien estuviera interesado.Está mayormente recomendado para las dolencias de artrosis, artritis y parecido.
Primero fue una sociedad de varias personas , pero ya en el año 1997, tras el fallecimiento de uno de los socios D. Antonio Cortés, son sus 4 hijos los que compran el 50% de las acciones a otros socios e inican el proceso de mejora, restauración, acondicionamiento etc de las instalaciones que ahora podemos disfrutar.
piscina climatizada con chorros de hidromasaje
capilla
zona de baños.
Pero ¿Es que los balnearios no son cosa de viejos?
¡¡¡¡NO!!!!
Es que los jóvenes sólo pueden disfrutar de ellos los fines de semana cuando no trabajan (entonces se llenan de jóvenes con niños) y los "mayorcitos" al estar jubilados, disponemos de tiempo para dedicarlo a nuestra renovación interior y exterior, que de eso van los balnearios.
Un balneario, además del poder curativo de sus aguas, barros, lodos etc, es un placer para el cuerpo y el alma. Veamos los tratamientos que he llevado en este lugar.
- 20 minutos de aire caliente, mezclado con eucalipto y otras sustancias, respirando por la nariz y expulsando por la boca, puesto con mascarilla para no perderte ni un gramo de oxígeno. ¿He oido yo que en algunos paises va la gente a bares en los que en lugar de beber aspiran oxígeno? Limpieza de pulmones y vías respiratorias .
- Parafangos. En una camilla tumbada boca arriba apoyas los riñones, cintura etc según diga el doctor/a sobre una plancha de barro caliente y entre medio de tu cuerpo y el barro una toalla. 20 minutos de relax, escuchando o música o pensando en lo afortunada que eres de haber podido probar algo tan relajante.
- Bañera de hidromasaje. Chorros intermitentes recorren tu cuerpo en todas las direcciones. Una cabina para ti y 12 minutos para relajarte oyendo el ruido de los chorros. Igual que en casa, si tienes hidromasaje, pero con aguas medicinales.
- Media hora de piscina cubierta. Ahora toca jugar con el agua. Chorros de abajo hacia arriba, chorros sobre las espaldas, sobre las piernas, bajo los pies, de pie, sentada, tumbada y algo de natación para recorrer la piscina de un lado para otro.
Por la tarde, tras la siesta, o bien excursiones en coche para ver bien la comarca extremeña del rio Bodión(de la que hablaré en otra entrada) o animación con tiro a diana, petanca, misa, manualidades, visita a bodegas o recorrido para conocer las especies arbóreas del balneario.
Después de la cena: bingo, baile, carnaval, degustación de dulces de la comarca.
¡Qué suerte poder disfrutar de un buen balneario! No quiero oirte decir que es cosa de viejos sino cosa del que quiere disfrutar de las cosas buenas de la vida. Y mejoría para el que acude con dolencias.
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