El único eucalipto que dejaron en pie dado el gran número de nidos de aves que en él había.
Y de nuevo nos reunimos los aragoneses en una jornada de convivencia en torno a un lugar emblemático y muy conocido últimamente por el cine. “la isla Mínima” en plenas marismas del río Guadalquivir. El lugar es conocido por “la Cañada de los Pájaros” en el municipio de La Puebla del Río.
Un matrimonio, ambos enamorados de los temas ambientales por su profesión, decidieron invertir sus ahorros en la compra de 7 Ha. De terreno en lo que era una escombrera toda llena de agujeros donde se iban depositando a lo largo de los años todos los escombros de las obras de los alrededores.
les dimos de comer para poder observar las aves de cerca.
El primer trabajo consistió en desescombrar todo el terreno con máquinas excavadoras que dejaron el suelo como un queso de Gruyere. Luego se les permitió desviar el cauce de un pequeño arroyo que en vez de desembocar en las marismas lo pudo hacer en dicha finca donde los agujeros quedaron convertidos en pequeñas lagunas.
Plantaron toda clase de plantas autóctonas de clima mediterráneo eliminando los eucaliptos por su exagerado poder destructivo del terreno y que habían sido plantados en tiempos pasados pensando desecar las marismas. Tan sólo dejaron un eucalipto porque allí anidaban más de 20 nidos de cigüeñas. Queda muy coqueto en medio de la laguna mayor.
A partir de ahí y por la proximidad de Doñana empezaron a anidar toda clase de pájaros migratorios aunque los más viejos o enfermos han decidido quedarse ya que el equipo de biólogos, medioambientales, veterinarios etc hacen posible su curación.
Aves nadando en absoluta tranquilidad sabiendo que no serán atacadas en las lagunas de la finca.
Cisnes, ánsares de todas clases, tordos, avocetas, flamencos…. Concretamente los flamencos, cuidan tipo guardería a las crias pues hacen un círculo los mayores para protegerlas de los depredadores y nos contó, el guía que era extraordinario, que se dan sus paseos hasta la laguna de Fuentepiedra en Málaga o hasta el coto Doñana y toda la familia: tíos, primos, etc cuidan de las crías.
También nos contó pequeñas anécdotas como la de un cisne negro que recogieron porque estaba enfermo de una pata o algo así y que le pasaba lo mismo que al patito feo del cuento, que como era diferente, no podía encontrar pareja.
Pero por fín encontró a su media naranja, hicieron su nido y empezaron a incubar sus huevos. Pero la mala fortuna del pobre cisne negro hizo, que cuando fueron a ver sus huevos, se habían caído al suelo malográndose esa nidada. El pobre cisne sigue sin pareja y sin crías.
Ahí vemos al cisne negro
Y así historias de muchos pájaros con mala fama como el cuervo pero que éste en concreto es muy limpio y además monógamo.
También hay jaulas con pájaros exóticos como loros, papagayos etc que la gente dona cuando muere el abuelito que los cuidaba o cuando enferman. Deben permanecer enjaulados pues si no serían atacados por otros.
Ibis o ave del Paraíso donada, creo recordar, por un parque egipcio
¡Ah! y sentados comiendo vimos pasar barcos de gran tonelaje que remontan desde Sanlucar hasta llegar al puerto fluvial de Sevilla.
Las bocinas de los barcos y el ambiente me hicieron recordar las películas en las que se ve el Missisipi. Igualito, igualito.
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