Allí nos esperaba una guía, buena conocedora de la historia de la ciudad, que nos condujo por el casco antiguo y nos fue explicando lo que fue Sanlúcar en tiempos lejanos.
A las puertas de esta muralla nos esperaba la guía
Parece ser que fue en la antigüedad colonizada por tartesos, fenicios, griegos, cartagineses, romanos, visigodos, árabes y por último tomada en la Edad Media por los cristianos que edificaron su iglesia de estilo neogótico, aunque mayormente renacentista y barroco con las modificaciones de los nuevos tiempos.
Iglesia principal de Sanlúcar
Nos contó la pequeña anécdota de una de las campanas, que según los cronistas, estuvo 150 años castigada a ser bajada de la torre y no volver a ocupar su sitio porque su maldad había sido tal, que en un desventurado día de viento (de los muy abundantes por aquellos lugares), había caído de la torre y matado a una mujer. Pasados esos años volvió a ocupar su lugar como antaño.
Pasada la reconquista, fue señorío de Guzmán el Bueno al que por su hazaña de Tarifa se le concedió el territorio comprendido entre Tarifa y Sanlúcar.
Plaza donde se encuentra el archivo de la la casa de Medina-sidonia
Tras varios condes nos encontramos con la casa de Medina-Sidonia, que siempre habitó en Sanlúcar hasta llegar a la actual, recientemente fallecida, duquesa roja que fue capaz de preservar el patrimonio cultural de su familia y ponerlo al servicio de la ciudad, actualmente archivo visitable.
Entrada a las dependencias municipales antiguo palacio de verano de los Mompansier
Y de allí ,al actual ayuntamiento, antigua "pequeña villa de recreo" de unos 6000m. de los duques de Mompansieur. De estilo neomudejar, fueron añadiendose edificios contiguos, como el del hospital de la Merced y unos maravillosos jardines con especies arbóreas traídas de todas las partes del mundo como ombúes, dragos, etc.
Salón de plenos del ayuntamiento y Exoristo extasiado ante tan bonitas dependencias.
Dragos, especies arbóreas traídas de allende los mares.
Y he aquí que al final de los jardines hay un maravilloso mirador desde que se divisa la desembocadura del Guadalquivir y en el que yo pensaba: Es casi seguro que este paisaje también lo vieron aquellos aragoneses que acompañarían a Colón o a Magallanes o a cualquier otro conquistador, dada la interacción entre los reinos de Castilla y Aragón. Allí, al encontrarse con la mar océana, recordarían a su familia y rezarían una recogida oración a nuestra madre la Pilarica, se les llenarían los ojos de lágrimas pero el azul inmenso, el olor a sal, la calor....harían en ellos de bálsamo, necesario para tan largo viaje.
Y tras este baño de historia visitamos las bodegas de manzanilla Zulueta, acompañados por una alegre e inmejorable guía que nos introdujo en los entresijos de las bodegas, de forma pedagógica y comprensible para profanos. Degustamos tres tipos de manzanilla de menor a mayor graduación y calidad: fresca, amontillada, y al Pedro Ximénez.
Luego y para completar el aperitivo, unas muy buenas tapas, charlas , compras de productos de Sánlucar y Cádiz y comida. Por supuesto el pescaíto fresco, el aliño de marisco y para terminar un arroz con pescado y marisco caldoso muy agradable al paladar.
¿Y sabeís dónde tomamos el café? Por supuesto en Bajo Guía.
Un día estupendo, buena armonía, todo bien medido. ¿Qué más podemos pedir? Gracias a todos los que con vuestro esfuerzo habeís programado este momento de nuestra vida que ha sido muy feliz.
Un abrazo a todos
Mª José Téllez
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