Y siguiendo por la comarca "Tierra de Barros" de Badajoz recorrimos el pueblo más afamado: Villafranca de los Barros. Lugar de olivos y vides, cuya tierra, como puede verse en la foto, es del color del barro que hace resaltar más, si cabe y sobre todo en primavera, el verde intenso de sus infinitas praderas de cereales o sus vides donde no crece ni una brizna de mala hierba. Todo un espectáculo para la vista. Pueblo blanco y limpio como todos los de la zona.
Calles de casas blancas hablan de un pasado esplendoroso.
Iglesia parroquial de Santa María del Valle
interior de la iglesia
Es, en el presente siglo, cuando se cumple el deseo del rey Carlos III de que el ayuntamiento estuviera en el lugar que hoy ocupa y que se ha aprovechado usando una antigua casa señorial cuyo municipio compró. La encargada de la oficina de turismo (encantadora) nos introdujo en las dependencias municipales e hizo lo posible porque pudiéramos ver la iglesia parroquial que en ese momento (por la tarde),estaba cerrada. Arriba a la derecha puede verse el salón de plenos que se hizo aprovechando el soberao o granero.
Esta fábrica de harinas, actualmente en desuso, se ha aprovechado para implantar allí la casa de la cultura. Está considerada "bien de interés cultural"
Museo Santuario de Nuestra Señora de la Coronada, patrona de la ciudad
Barroquísimo retablo. Todo el lujo posible para la patrona.
Imágenes del colegio de S. José de la compañía de Jesús (jesuitas) su construcción data de 1897. Enorme complejo con la capilla neogótica .
Bueno debe de ser este pueblo para que la compañía de Jesús haya decidido dedicar un colegio de la extensión, capacidad y buen gusto, como tiene éste, en una localidad de Extremadura.
Blanco, limpio, bien trazado, con infinidad de casas señoriales de balcones enrejados.....así sentí Villafranca de los Barros.Cielo azul intenso y además nos hizo un tiempo maravilloso para poder pasear por sus calles hasta agotarnos.
¡¡¡ QUÉ SI, HOMBRE, QUE EXTREMADURA MERECE LA PENA!!!
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